jueves, 20 de diciembre de 2012

“JUDAS” (10 de agosto de 1999 – †20 de diciembre de 2012)

Hoy ha partido en busca de nuevos horizontes mi kompañero de las faenas del campo.

Nació el 10 de agosto de 1999. Era hijo de la “Lucy” una perrita podenca ke tenía mi padre en el campo. Me lo traje a casa cuando era un cachorrito muy chiquitino, para que le hiciera compañía a mi madre que se había quedado muy sola. Le puse de nombre “Judas”; sin embargo, el perro NUNCA me traicionó. “Judas” le llamé por uno de mis grupos de Heavy Metal favoritos: JUDAS PRIEST.

Durante sus TRECE AÑOS Y MEDIO de vida, mi perro ha escuchado más músika --Heavy Metal y Punk-- ke ningún otro perro en el mundo. Ha conocido TODAS las faenas del kampo: la poda, la castra de la viña, la labranza, la vendimia,... Ha visto brotar a los árboles con la llegada de la primavera, o la caída de las hojas en otoño.

Recuerdo cuando yo salía de la universidad y llegaba a casa. Mi perro SIEMPRE me esperaba en la puerta y se alegraba al verme... Entonces yo lo acariciaba y lo levantaba del suelo para abrazarlo muy contento porque había aprobado un examen.

Cuando llegaba el cumpleaños del “Judas”, siempre le dábamos doble ración de comida y un hueso ke le comprábamos en la tienda y que tanto le gustaba roer.

A mi Judas le gustaba mucho matar moscas, las atrapaba al vuelo con su boca; y una vez en el campo mató una rata que cazó detrás de una mata de tomates. La zarandeó tanto que la revoleó por los aires a tres metros de altura por lo menos. A él también le gustaba ver cómo comían pienso los pollitos chiquetitos.

Hace unas semanas lo llevé al veterinario, porque en cuestión de muy poco tiempo se había puesto muy delgado. El veterinario me dijo que el perro tenía “Enfermedad Renal Crónica” y ke NO tenía solución. En estos últimos días el pobre ya no tenía ganitas de comer, ni siquiera su comida favorita: arroz con carnecita de pollo o salchichas.

Hoy ya estaba muy malito y yo, más triste ke un alma en pena, lo llevé de nuevo al veterinario para que le pusiera la inyección. El veterinario me dijo que era la mejor opción y que yo me había portado lo más humanamente posible. Le había llegado su hora.

Mi Judas ha tenido una buena vida. Ha tenido muchas novias, ha sido padre unas cuantas veces. SIEMPRE ha estado conmigo ahí, en los momentos buenos y en los momentos malos. Hemos corrido muchas veces juntos por el kampo, kuando me veía con la zoleta se ponía a escarvar al lado de una cepa,... Me avisaba de cualquier cosa...

Por el cuidado y el cariño que yo le tenía, una vez me dijeron ke “un perro NO es una persona”, y yo le respondí ke “yo quiero más a mis perros que a muchas personas”

Hoy, mi Judas, ha muerto a la una y media del mediodía. Descansa en paz, viejo amigo. Algún día volveremos a enkontrarnos y correremos juntos de nuevo por los kampos.

Tu amo, ke NO te olvida: Marin El Punki (Perro Loko)


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