domingo, 8 de mayo de 2016

El otro día en Cádiz, ví a un hombre inmóvil en plena kalle. Me bajé de la azera y le pregunté:
- "¿Estás enfermo?."
Y él me respondió:
- "NO, es que he encontrado este aparcamiento y he enviado a mi esposa al concesionario para que comprara un coche."

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