Si me sobra dinero kuando yo me
muera, es porke he kontado mal.
domingo, 30 de marzo de 2014
jueves, 27 de marzo de 2014
miércoles, 26 de marzo de 2014
Antonio Téllez Solá
Antonio Téllez Solá --historiador,
militante Anarkista y periodista español-- falleció el 26 de marzo
de 2005 en Francia, Perpignan.
Antonio Téllez Solá nació el 18 de enero de 1921, en Tarragona y tenía apenas 16 años cuando se involucró en la lucha contra el fascismo. A esa edad se afilia en las Juventudes Libertarias.
Se enroló en el Ejército Republicano formando parte de la generación de alevines que hizo la guerra junto al movimiento libertario en la llamada Quinta del Biberón. Combatió en diferentes frentes de guerra hasta febrero de 1939, en que se vio obligado a cruzar la frontera francesa siendo internado en el campo de confinamiento de Septfonds por las autoridades galas, con tan solo 18 años.
Sufrió la política aplicada por las autoridades galas sobre los vencidos, yendo a parar a uno de los muchos campos de concentración abiertos para "acoger" al pueblo que durante tres años había tenido en jaque al fascismo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, aún en territorio francés, se incorporó con otros notorios miembros del Movimiento Libertario como Cipriano Mera o Juanel, a la resistencia, asistiendo a la liberación de Rodez.
En octubre de 1944, Antonio Téllez participó en la incursión guerrillera realizada en el Valle de Arán, una de las primeras acciones del maquis republicano contra el régimen de Franco.
Consolidado el régimen de Franco en Ex-paña, Antonio Téllez --como conocedor del movimiento en el que participó, el movimiento libertario y el maquis español en la Resistencia francesa-- dedicó su vida a rescatar del olvido de la memoria histórica la vida de aquellos hombres que, con todo ya perdido, nunca se dieron por vencidos.
A la par que se ganaba el sustento trabajando como periodista en la Agencia France-Presse, en 1954 comenzó a escribir sus conocidos libros y relatos sobre la guerrilla urbana, la guerrilla gallega y biografías de resistentes al régimen de Franco como Quico Sabaté, José Lluís Facerias o Francisco Ponzán.
Antonio Téllez Solá, murió en su casa de Perpignan a los 84 años, fue uno de los últimos supervivientes de la resistencia Anarkista que luchó para derrocar la dictadura de Franco.
Antonio Téllez Solá nació el 18 de enero de 1921, en Tarragona y tenía apenas 16 años cuando se involucró en la lucha contra el fascismo. A esa edad se afilia en las Juventudes Libertarias.
Se enroló en el Ejército Republicano formando parte de la generación de alevines que hizo la guerra junto al movimiento libertario en la llamada Quinta del Biberón. Combatió en diferentes frentes de guerra hasta febrero de 1939, en que se vio obligado a cruzar la frontera francesa siendo internado en el campo de confinamiento de Septfonds por las autoridades galas, con tan solo 18 años.
Sufrió la política aplicada por las autoridades galas sobre los vencidos, yendo a parar a uno de los muchos campos de concentración abiertos para "acoger" al pueblo que durante tres años había tenido en jaque al fascismo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, aún en territorio francés, se incorporó con otros notorios miembros del Movimiento Libertario como Cipriano Mera o Juanel, a la resistencia, asistiendo a la liberación de Rodez.
En octubre de 1944, Antonio Téllez participó en la incursión guerrillera realizada en el Valle de Arán, una de las primeras acciones del maquis republicano contra el régimen de Franco.
Consolidado el régimen de Franco en Ex-paña, Antonio Téllez --como conocedor del movimiento en el que participó, el movimiento libertario y el maquis español en la Resistencia francesa-- dedicó su vida a rescatar del olvido de la memoria histórica la vida de aquellos hombres que, con todo ya perdido, nunca se dieron por vencidos.
A la par que se ganaba el sustento trabajando como periodista en la Agencia France-Presse, en 1954 comenzó a escribir sus conocidos libros y relatos sobre la guerrilla urbana, la guerrilla gallega y biografías de resistentes al régimen de Franco como Quico Sabaté, José Lluís Facerias o Francisco Ponzán.
Antonio Téllez Solá, murió en su casa de Perpignan a los 84 años, fue uno de los últimos supervivientes de la resistencia Anarkista que luchó para derrocar la dictadura de Franco.
miércoles, 19 de marzo de 2014
martes, 18 de marzo de 2014
Antonio Molina
Con apenas 21 años recién cumplidos, Antonio se presentó a un concurso radiofónico para principiantes en Radio España. Ganó y ese éxito fue el precedente de lo que le esperaba.
De Madrid Antonio saltó a Barcelona. Allí formó pareja artística kon “Flor de Albaizín”, trabajaban en una sala de fiestas por muy poco dinero. Tras dos actuaciones el empresario despidió a Antonio, le dijo que NO tenía futuro en el mundo de la canción porque era un “ezaborio”. Este fue su comienzo.
Antonio Molina de Hoces nació en Totalán (Málaga) el 9 de marzo de 1929. Era de familia pobre, muy humilde y por eso se vio en la obligación de trabajar en distintos oficios (lechero, tapicero,…) a la vez que se aficionaba a la canción española.
A los catorce años se desplaza a Madrid con la intención de dar los primeros pasos de su carrera musical.
En una entrevista del programa “Cantares” de Lauren Postigo, este le pregunta a Antonio Molina:
- “Se te acusa Antonio de que tú NO sabes cantar flamenco puro. Defiéndete Antonio…”
A lo que Antonio responde:
- “Yo NO tengo que defenderme. El público es el que lo sabe todo.”
- “¿Pero tú piensas que tú sabes cantar flamenco puro o NO?.- Siguió preguntando el entrevistador.
- “El público me tiene hecho un ídolo 26 años… Y, lo que me queda.”
La verdad es que quien acusara a Antonio de NO saber cantar flamenco puro es para castigarle y NO dejarle salir durante un fin de semana ¡Je, je, je, je! ¡Pero cómo se le puede acusar a este hombre, a este artista de tal cosa?!!
En la entrevista, Lauren Postigo hizo más preguntas:
- “Yo creo Antonio que en el cante, como en todas las artes, NO hay reglas y tú tienes tu propia personalidad cantando ¿NO?”
- “Yo tengo mi propio sello. A mí es muy difícil imitarme. Eso es una cosa que me dió Dios, la cual conservo con todo el amor del mundo.”
Antonio era profundamente creyente y atribuía su habilidad para el cante a Dios. Sin embargo, una cosa estaba bien clara y Antonio estaba tan seguro de ello que se atrevió a decirla: “A mí es muy difícil imitarme.” Y era cierto: su peculiar estilo, su voz alta y cristalina y su inconfundible falsete hacían de él un artista inigualable.
Como todo el mundo, Antonio también tenía ídolos y en la entrevista citó a Pepe Marchena y a Manolo Caracol. Esto y su agradecimiento al público son las cosas que me han hecho ver con mayor vehemencia que Antonio era una persona llana y sencilla. De hecho, una de sus hijas, Ángela lo confirma tras la pregunta que le formuló Lauren Postigo:
- “¿Cómo ves, Ángela, a tu padre como cantante?”
- “¿Cómo cantante? Bueno, mi padre es un hombre sencillo, muy honesto. Es una persona que ha dado cuerpo y alma a la canción y ha hecho de la canción su vida y ha dado su vida a la canción.”
La verdad es que impresiona y conmueve la respuesta que dio su hija Ángela sobre la figura de su padre.
Para Antonio, lo más grande que le había pasado en su vida fue haber conocido a su mujer, de la que sentía verdadera pasión y lo más triste era que su madre NO pudiera verle por su ceguera.
Murió el 18 de marzo de 1992, víctima de una fibrosis pulmonar. Tenía 64 años.
Termino este pequeño y humilde homenaje a Antonio Molina con una de sus canciones; tal vez la canción más dramática del artista pero a su vez una de las más bonitas: “La hija de Juan Simón.”
ANTONIO MOLINA, para mí un genio y, lo más seguro, el cantante de canción española más grande que haya dado este país.
lunes, 17 de marzo de 2014
domingo, 16 de marzo de 2014
Antes de la tormenta
Cuatro Apaches a kaballo bajo nubes de
tormenta. Fotografía tomada por Edward S. Curtis en 1906.
jueves, 13 de marzo de 2014
En el mundo había listos pero también había tontos.
Los listos eran los kuerdos ke kerían gobernar el mundo. Inventaron la propiedad privada, porke otra kosa mejor NO sabían inventar. Kon la propiedad privada establezieron las leyes y kon las leyes vinieron los problemas, porke unos tenían más y otros tenían menos; y los ke tenían menos kerían más y los ke tenían más también kerían más pero nunka menos.
Los tontos eran los lokos ke kerían arreglar el mundo.
Inventaron la palabra, porke kon ella habría entendimiento. Pero los listos, ke eran los kuerdos, no kerían entender y prohibieron la palabra. Komo no había palabra, no había entendimiento y sin el entendimiento no se podía arreglar el mundo. Entonzes el mundo se fue akabando, porke ya no había más para los ke tenían menos y kerían más, ni para los ke tenían más y también kerían más pero nunka menos.
Y resultó ke al final los listos eran los tontos y los lokos, los kuerdos. (Marin El Punki - Perro Loko).
Los listos eran los kuerdos ke kerían gobernar el mundo. Inventaron la propiedad privada, porke otra kosa mejor NO sabían inventar. Kon la propiedad privada establezieron las leyes y kon las leyes vinieron los problemas, porke unos tenían más y otros tenían menos; y los ke tenían menos kerían más y los ke tenían más también kerían más pero nunka menos.
Los tontos eran los lokos ke kerían arreglar el mundo.
Inventaron la palabra, porke kon ella habría entendimiento. Pero los listos, ke eran los kuerdos, no kerían entender y prohibieron la palabra. Komo no había palabra, no había entendimiento y sin el entendimiento no se podía arreglar el mundo. Entonzes el mundo se fue akabando, porke ya no había más para los ke tenían menos y kerían más, ni para los ke tenían más y también kerían más pero nunka menos.
Y resultó ke al final los listos eran los tontos y los lokos, los kuerdos. (Marin El Punki - Perro Loko).
miércoles, 12 de marzo de 2014
3 de enero de 1981.
El niño que aparece en la foto con el dedo en la nariz soy yo, cuando era chiquetito. La mujer que está al fondo es mi tía Ani, embarazada en aquel tiempo de mi prima hermana Susana Marín.
La foto está tomada en una finca poblada de pinos, propiedad de un marqués y ubicada en Puerto Real.
Cuando mi abuelo paterno Miguel Marín Valderas 'El Chorla' cayó malo, mi abuela Isabel se lo llevó a Puerto Real. También porque mi abuelo se había "empicado" a la bebida y con tal de quitarlo del ambiente de Trebujena - "capital del mosto", ya era loable. Dícen que mi abuelo Miguel tenía que esconder la botella para que mi abuela NO la encontrara. Pero siempre se le notaba a leguas cuando bebía.
En Puerto Real, ya lejos del ambiente vinícola de Trebujena y sin posibilidad de comprar vino en alguna taberna, mis abuelos paternos y dos de sus cuatro hijos --los dos más jóvenes, José 'El Gordo' y Juan-- trabajaron como guardas de la referida finca del marqués. El marqués les dejó una parte de la casa de campo para que se alojasen. Nosotr@s, los parientes que vivíamos en Trebujena, íbamos un par de veces al año para "echar" unos diítas.
Recuerdo que por las noches el marqués se íba de parranda y en la otra mitad de la casa, que era dónde vivía, tenía un televisor en color muy hermoso. Entonces mi abuela Isabel nos llevaba al salón del marqués y nos poníamos a ver el televisor en color, porque el nuestro era en blanco y negro.
También recuerdo la cantidad de gallinas y de pavos que criaba mi abuela en la nave adosada a la casa. Yo le temía mucho a los pavos, porque mi abuelo Miguel 'El Chorla' los tenía acostumbrados a embestir a las personas.
Mi tío Juan, el menor de los hijos de mis abuelos paternos, dejó encinta a mi tía Ani siendo aún muy jóvenes. Por eso, mi tía sale en la foto con esa barriga y, por eso, mi tío se libró de la mili.
Hoy echo la mirada hacia atrás y, aunque muchas imágenes han desaparecido ya de mi mente --porque yo era muy chiquetito-- creo que aquellos días en el pinar de Puerto Real fueron realmente maravillosos. Una de las épocas más felíces de la familia formada por Miguel Marín Valderas 'El Chorla' e Isabel Caro Galafate, mis abuelos paternos.
Mi abuela Isabel Caro Galafate en la 'Dehesa de las Yeguas', Puerto Real. 3 de enero de 1981.
Mi padre --Miguel Marín Caro 'El Chorla'--
pegándole un puñetazo a su hermano José 'El Gordo' en la 'Dehesa de las
Yeguas', Puerto Real. 3 de enero de 1981.
domingo, 9 de marzo de 2014
miércoles, 5 de marzo de 2014
Jay Silverheels
Jay Silverheels, nativo Mohawk de la
Primeras Naciones. Su verdadero nombre era Harold J. Smith.
Nació
cerca de Brantford, Ontario, Canadá, el 26 de mayo de 1912. Era hijo
de un Jefe Mohawk canadiense y oficial del ejército, AGE Smith.
De niño destacaba en el atletismo y en el lacrosse, juego deportivo de origen nativo americano.
También fue un destacado boxeador y competidor de lucha libre.
En 1938 quedó en 2º lugar en la sección de peso medio del torneo Guantes de Oro. Ese mismo año, debuta en el cine como actor secundario.
Durante sus primeros años de carrera en el cine, apareció en westerns y series de bajo presupuesto.
Ya a partir de la década de 1940, trabajó en películas de más pretigio, entre ellas: "El Capitán de Castilla" protagonizada por Tyrone Power, "Key Largo" ("Cayo Largo", 1948) con Humphrey Bogart, "La Fiebre del Oro" (1949) con Glenn Ford, "Flecha Rota" (1950) con James Stewart,... Pero lo que realmente le llevó a la fama fue el papel de "Toro" en la serie de televisión "El Llanero Solitario" (1949-1956).
Tras el final de esta gran serie de televisión, Jay Silverheels fue encasillado como un héroe nativo americano. Sin embargo, acabó por trabajar como vendedor para poder complementar sus escasos ingresos. Al mismo tiempo, comenzó a publicar poesía inspirada en su juventud en las Seis Naciones Indias de la Reserva, donde se había criado, y apareció en la televisión recitando sus obras.
En la década de 1960, Jay Silverheels apoyó el "Indian Actors Workshop" (El Taller de los Actores Indios) como una institución en la que los actores indígenas podían refinar sus habilidades de actuación. Hoy en día el taller está firmemente establecido.
Jay Silverheels se casó en 1945 y era padre de dos niños y una niña.
Murió en Calabasas, California, el 5 de marzo de 1980 por complicaciones de un derrame cerebral. Tenía 67 años. Sus cenizas fueron llevadas a su hogar de la Reserva de las Seis Naciones Indias.
Fue galardonado con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
En 1993, Jay Silverheels fue incluido en el Salón de los Grandes Artistas del Oeste en el 'National Cowboy & Western Heritage Museum' de Oklahoma.
De niño destacaba en el atletismo y en el lacrosse, juego deportivo de origen nativo americano.
También fue un destacado boxeador y competidor de lucha libre.
En 1938 quedó en 2º lugar en la sección de peso medio del torneo Guantes de Oro. Ese mismo año, debuta en el cine como actor secundario.
Durante sus primeros años de carrera en el cine, apareció en westerns y series de bajo presupuesto.
Ya a partir de la década de 1940, trabajó en películas de más pretigio, entre ellas: "El Capitán de Castilla" protagonizada por Tyrone Power, "Key Largo" ("Cayo Largo", 1948) con Humphrey Bogart, "La Fiebre del Oro" (1949) con Glenn Ford, "Flecha Rota" (1950) con James Stewart,... Pero lo que realmente le llevó a la fama fue el papel de "Toro" en la serie de televisión "El Llanero Solitario" (1949-1956).
Tras el final de esta gran serie de televisión, Jay Silverheels fue encasillado como un héroe nativo americano. Sin embargo, acabó por trabajar como vendedor para poder complementar sus escasos ingresos. Al mismo tiempo, comenzó a publicar poesía inspirada en su juventud en las Seis Naciones Indias de la Reserva, donde se había criado, y apareció en la televisión recitando sus obras.
En la década de 1960, Jay Silverheels apoyó el "Indian Actors Workshop" (El Taller de los Actores Indios) como una institución en la que los actores indígenas podían refinar sus habilidades de actuación. Hoy en día el taller está firmemente establecido.
Jay Silverheels se casó en 1945 y era padre de dos niños y una niña.
Murió en Calabasas, California, el 5 de marzo de 1980 por complicaciones de un derrame cerebral. Tenía 67 años. Sus cenizas fueron llevadas a su hogar de la Reserva de las Seis Naciones Indias.
Fue galardonado con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
En 1993, Jay Silverheels fue incluido en el Salón de los Grandes Artistas del Oeste en el 'National Cowboy & Western Heritage Museum' de Oklahoma.
domingo, 2 de marzo de 2014
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