En el Lejano Oeste, un tren iba muy muy
muy despacito desde la ciudad de Omaha (Nebraska) a Sacramento y la
impaciencia fue creciendo cada vez más entre un grupo de viajeros.
Por último, cuando se detuvo por ENÉSIMA vez, uno de los viajeros
bajó del tren, caminó a la parte delantera y le pidió al
maquinista:
- "¿NO puedes ir más rápido?."
Y el maquinista le respondió:
- "Oh, sí señor, pero NO se me permite salir del tren."
- "¿NO puedes ir más rápido?."
Y el maquinista le respondió:
- "Oh, sí señor, pero NO se me permite salir del tren."
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