Cuando yo era un chavalito, teníamos
en casa algunos canarios, jilgueros y un perdigón. Los pájaros eran
del pobrecito de mi padre, que en paz descanse.
Por aquel entonces, yo aún iba todos
los domingos a misa, porque estaba preparándome para hacer la
Primera Comunión. Recuerdo muy bien que --mientras me vestía para
ir los domingos a misa-- ponía en la radio de doble pletina→
música de BARÓN ROJO y el perdigón que teníamos en casa empezaba
a cantar. Se pegaba unos lotes de cantar que NO veas...
Esta remembranza forma parte de mi más
tierna juventud, pero os la cuento hoy para que veáis lo importante
que es la música y sobre todo el Heavy Metal y el Rock. ...Tan malo
NO tiene que ser, cuando hasta a los perdigones les gusta. (Marin El
Punki – Perro Loko).
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