lunes, 25 de enero de 2021

...De repente, su caballo tropezó y lo tiró al suelo. Acostado en la tierra, su cuerpo afligido por el dolor, el reverendo gritó:
- "Todos ustedes, todos los ángeles del Cielo, ¡¡ayúdenme a subir a mi caballo!!."
Con extraordinaria fuerza, saltó sobre el lomo del caballo y se cayó al otro lado. Desde el suelo, otra vez gritó:
- "Muy bien, ¡ahora ayudadme sólo la mitad de los ángeles esta vez!."

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