Hay que tener en cuenta que el proceso de germinación de las semillas comienza cuando éstas absorben el agua de la tierra y se hinchan; pero para ello debieran estar sembradas, claro está. Por tanto, los días buenos de siembra son los previos a la lluvia. Esto es una cosa que debiera tenerse en cuenta en tierras SÍN regadío, como por lo general son las de Trebujena. Porque si se siembra en suelo completamente seco --como han hecho ciertas personas, que empezaron a sembrar hace más de un mes, como si tuviesen prisa o les faltasen el tiempo-- después hay que ir regando prácticamente todos los días y esto es un rollo.

También puede ocurrir cuando se siembra con tanta antelación y en terreno totalmente seco que las semillas o los plantones se pierdan... Vosotros probad a sembrar ajos en pleno mes de julio o agosto,... Por esta razón, yo SIEMPRE digo que “cada cosa a su tiempo”. Y que conste que NO es lo mismo algo criado con regadío que con la lluvia natural: el sabor es distinto. Lo natural es lo natural y NO hay nada más que hablar.

Las semillas, los plantones, los árboles, los esquejes,... todo necesita las condiciones adecuadas para germinar (el tiempo, el suelo y el agua).

Yo cojo mi zoleta y el cubito con las semillas, me voy al hoyo a sembrar y allí soy el tío más feliz del mundo entero. Ahora bien, yo TODO lo arreglo con el metro y la guita ¿en?. A mí me gusta que los liños salgan derechitos: «Cuánto hay que medir? ...Tanto ¿no? ¡Ea! Pues eso es lo que mide de liño a liño: uno cuarenta y cinco, para que por medio quepa bien la mulita.». Y, como os decía antes, para mí el día bueno de siembra es el anterior a la lluvia. Por eso, acostumbro siempre a sembrar cuando sé que va a llover. Mientras el tiempo NO dé agua, considero una pérdida de tiempo y una “estrozaera” el estar sembrando las cosas en el campo; además de que las cosas NO nacen bien, nacen endebluchas, sin sentido y ¡báh!... muchas NO llegan a ninguna parte.

¡¡SALUD y BUENA COSECHA!!. (Marin El Punki - Perro Loko).