Un viejo millonario de ochenta y tantos
años se casa con una joven belleza. En la noche de bodas, él
levantó la mano derecha y extendió los dedos. Ella, extrañada, le
preguntó:
- "¿Qué pasa?¿Quieres hacerlo conmigo cinco veces?."
Y él respondió:
- "NO, sólo te digo que tú puedes escoger un dedo!."
- "¿Qué pasa?¿Quieres hacerlo conmigo cinco veces?."
Y él respondió:
- "NO, sólo te digo que tú puedes escoger un dedo!."
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