martes, 3 de junio de 2014

Hay quienes dicen que NO les gustan los perillos, porque están muy ácidos,... Bien, pues aprovecho aquí para deciros qué se puede hacer con ellos.

Ahora que es el tiempo de los 'perillos de los palacios', de los 'perillos de rabo corto' o 'rasposos' -- esos árboles autóctonos de Trebujena que, por desgracia, están desapareciendo-- me gustaría decir una cosita... Os voy a decir qué es lo que hacemos en mi casa con los perillos. Nosotr@s nos los comemos en compota y están "la mar de buenos".

Tengo delante de mis narices la receta de "hacer compotas" de mi madre para dársela a un amigo. Pero antes de dársela, la voy a compartir con ustedes, por si hay gente que NO sabe cómo se hacen las compotas.

Las compotas se hace de toda clase de frutas, NO sólo de perillos. Mi madre, por ejemplo, hace también compotas de membrillo.

Bueno, pues voy a daros la receta:

Primero se pelan los perillos o lo que vaya a ser (membrillos, manzanas, albaricoques,...) y se parten a trocitos. Echamos los trocitos en una olla y la llenamos de agua hasta que cubra la fruta.
Ponemos la olla a cocer. Se le echa matalauva en una gasita liada o en un coladorcito metálico para hacer infusiones. Esto es para que la matalauva NO se desparrame por la olla. Se le echa también un poquito de canela en rama, unos clavitos y azúcar.
El tiempo de cocción depende de la cantidad y de la clase de fruta que vayas a hacer en compota. Puede variar desde quince minutos, hasta veinte o media hora.

A nosotr@s nos gusta la compota fría. En verano sienta muy bien como postre. Yo, por ejemplo, en cuantito termino de almorzar, ya estoy abriendo la puerta del frigorífico para zamparme un poco de compota fresquita; lo mejor del mundo entero. (Marin El Punki - Perro Loko.

No hay comentarios:

Publicar un comentario