viernes, 11 de diciembre de 2015

Mandrágora

La planta amada por las brujas y temida por los pueblos.

Aquí, en Trebujena, la hay. Crece en climas cálidos, pero en bosques o lugares sombríos, a la vera de los ríos y arroyos donde la luz del sol casi NO penetra.

La palabra 'Mandrágora' es de origen griego y quiere decir: "dañino para el ganado".

Hay que tener mucho cuidado con esta planta, puesto que es muy TÓXICA. Cuando aún NO ha echado la flor, alguien podría confundirla con una acelga y cualquiera sabe lo que pasaría si la coge... Sin embargo, pese a su posible parecido, las hojas de la Mandrágora son más rugosas y oscuras.

Sus flores, en forma de campanita, son malolientes y de color blanco violáceo. Su fruto se asemeja a una manzanita pequeña y es VENENOSO. Sus raíces son retorcidas, bifurcadas, y en ocasiones se parecen a un rostro o a un cuerpo humano. Estas formas singulares que adoptan las raíces, han contribuido a la leyenda de la Mandrágora como una planta asociada a los hechizos y la brujería.

La fama de la Mandrágora es casi tan antigua como la humanidad misma. De hecho, existen documentos que la describen como una planta que: "adormece el primer día y vuelve loco el segundo".

Puede llegar a provocar la muerte si es ingerida directamente, y tiene actividad a través de la piel, por lo que es poco prudente manipular sus hojas, frutos y, sobre todo, sus raíces. Entre los síntomas de intoxicación por Mandrágora se han documentado mareos, dificultades para respirar y bradicardia. Su cultivo es peligroso y desaconsejado.

En la medicina antigua las hojas de Mandrágora hervidas en leche se aplicaban a las úlceras; la raíz fresca se usaba como purgante; y macerada y mezclada con alcohol se administraba oralmente para producir sueño o analgésico en dolores reumáticos, ataques convulsivos e incluso de melancolía. En tiempos de Plinio se empleaba como anestésico, dándole al paciente un pedazo de raíz para que la comiera antes de realizar una operación.

NO existen registros de dosificaciones exactas. Únicamente hay menciones en el sentido de que su uso en pequeñas cantidades era seguro, mientras que en dosis mayores provocaba delirios y locura o muerte por intoxicación.

P.D.--> Fotografía de una Mandrágora del 'Cerro Jaranilla' – Trebujena. Diciembre de 2015. (Marin El Punki - Perro Loko).

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