Un joven vio a una pareja de ancianos
sentarse a comer en un McDonalds. Se dio cuenta de que habían pedido
una hamburguesa y un coca-cola.
El joven observó que el anciano
dividió cuidadosamente la hamburguesa por la mitad. A continuación,
empezó a contar las patatas fritas, una para él, otra para ella,
hasta que cada uno tuvo la mitad. Luego, vertió la mitad del
coca-cola en el vaso.
El anciano entonces empezó a comer, y
su esposa se sentó mirando, con las manos cruzadas sobre el regazo.
El joven se decidió a preguntarles si
le permitían comprar otra comida para ellos y así que NO tenían
que dividir la suya. El anciano le dijo:
- "Oh, NO! Hemos estado casados 50 años, y todo lo que siempre hemos hecho y siempre haremos, será compartirlo todo al 50/50."
El joven le preguntó a la mujer si ella se iba a comer su parte y ella respondió:
- "Oh, Sí!, pero es el turno de mi marido con la dentadura."
- "Oh, NO! Hemos estado casados 50 años, y todo lo que siempre hemos hecho y siempre haremos, será compartirlo todo al 50/50."
El joven le preguntó a la mujer si ella se iba a comer su parte y ella respondió:
- "Oh, Sí!, pero es el turno de mi marido con la dentadura."
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