Por primera vez en muchos años, un anciano viajó de su pueblecito rural a la ciudad para ver una película en el cine.

Después de comprar su entrada, se detuvo en el puesto de comida para comprar palomitas de maíz. Cuando le entregó al asistente 5 Euros, NO pudo evitar comentar:
- "La última vez que fui al cine, las palomitas de maíz costaban sólo 25 pesetas!."

Y le respondió el asistente con una sonrisa:
- "Bueno, señor, creo que realmente va a disfrutar usted esta noche. Ahora las películas tienen sonido y además NO son en blanco y negro.”