Pues
antiguamente, cuando lo de la emigración, nuestros abuelos tenían
ke pasar un reconocimiento médico pa’ poder ir a trabajar a
Francia o Alemania, y había un sanluqueño puesto en la cola y
cuando le tocó ke lo mirara el médico, le dijo el médico:
-
“Usted NO puede ir a Francia. NO le kedan a usted muelas y tiene
usted muy pokos dientes”
Y
kontestó el sanluqueño:
-
“¡¡¡Joio Dioh!!! ¿Voy a partir almendrah con la boca, zi yo a
lo que boy a Francia eh a castrá remolacha?!!"
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