lunes, 6 de enero de 2014

...Tomé el tren en Jerez para bajarme en Lebrija.
El vagón íba lleno, de estudiantes y turistas.
Nadie kiso dar su asiento a una anziana.
Entonzes, yo me levanté para ke ella se sentara.
La vieja se sentó y se puso a hazer ganchillos.
Yo la miraba y ella seguía ahí, kon ahínko...
Y kuando el tren por fín se detuvo en Lebríja,
ella había terminado un abrigo de color lila.
Me lo dió con una bonita y dulze sonrisa,
y me dijo: "¡Toma, pa' ke NO pases frío, pichita!!." (Marin El Punki - Perro Loko).

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