jueves, 8 de mayo de 2014

HACE UNOS POCOS DE AÑOS YO TENÍA UNA MOTO
Y, PARA IR AL CAMPO, LA ARRANCABA A LA CARRERA.

...Es decir, tomando algo de carrera, luego pegaba un salto sobre la moto y en el momento en que caía sobre el asiento, soltaba el embrague de golpe y ya marchaba.

La moto NO encendía de la manera clásica, ke era dándole con el pie al pedal de partida (patada hacía abajo a la palanca de encendido - lado derecho de una moto común). Llevaba algún tiempo en que la moto NO arrancaba así. Creía que era poca cosa, algo de la bujía que NO hacía chispa,...

Así que TODAS las mañanas íba yo al campo arrancando la moto dando una carrera. Pero pasaba una kosa: cada vez llegaba un poquito más lejos corriendo. Hasta que un día, LLEGUÉ corriendo hasta el kampo y la MALDITA moto (me cagun to' sus muertos!!) NO arrancó!!! [Mi campo, para ke lo sepáins, está a dos o tres kilómetros de mi casa] Entonces, me dí cuenta de que debí llevar la moto al taller-mecánico.

Los seres humanos somos así, vamos dejando pasar las cosas y cuando nos damos cuenta de su importancia, ya es demasiado tarde. (Marin el Punki – Perro Loko)

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