Un domingo espléndido como hoy, Dios y
San Pedro decidieron jugar al golf.
Dios le dio el primer golpe a la
pelota. La pelota voló y rodó en línea recta hacia el primer
agujero, pero justo delante del agujero había un ratón. El ratón
se asustó cuando vió la pelota y se la tragó. En ese momento, un
gato saltó sobre el ratón y se lo comió. Luego, un águila que
estaba volando por el cielo, cayó en picado sobre el gato y lo
agarró. De repente, hubo relámpagos y tormentas; un rayo fulminó
al águila y al gato y la pelota de golf cayó del cielo y entró en
el agujero.
Entonces, Pedro le dijo al Señor:
- "Bueno, entonces qué!, ¿empezamos a jugar al golf o seguimos haciendo el tonto?."
Entonces, Pedro le dijo al Señor:
- "Bueno, entonces qué!, ¿empezamos a jugar al golf o seguimos haciendo el tonto?."
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