Un hombre entró en la sala de consulta
de un psiquiatra, sacó un paquete de tabaco de su bolsillo, cogió
un cigarro y se lo metió por la oreja derecha.
Absorto, el psiquiatra le dijo:
- "Me parece que usted realmente necesita mi ayuda."
Y el paciente le contestó:
- "Sí, quería pedirte fuego."
Absorto, el psiquiatra le dijo:
- "Me parece que usted realmente necesita mi ayuda."
Y el paciente le contestó:
- "Sí, quería pedirte fuego."
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