El otro día mi jefe mandó a llamarme.
Pasé a su despacho, me dijo que tomase asiento y me dio a entender
que estaba un poco harto... (por NO decir "hasta los
cojos").
Sin embargo, quiso darme una nueva oportunidad...
Me preguntó si tenía alguna habilidad
especial, por lo que puse la mano debajo de mi axila para hacer
sonidos de pedo y... enseguida me despidió del trabajo!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario