lunes, 20 de marzo de 2017

El otro día mi jefe mandó a llamarme. Pasé a su despacho, me dijo que tomase asiento y me dio a entender que estaba un poco harto... (por NO decir "hasta los cojos"). Sin embargo, quiso darme una nueva oportunidad...

Me preguntó si tenía alguna habilidad especial, por lo que puse la mano debajo de mi axila para hacer sonidos de pedo y... enseguida me despidió del trabajo!!.

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