Un hombre fue un lunes al trabajo con
los dos ojos morados. Su jefe le preguntó qué le había pasado.
El hombre dijo:
- "Pues, ayer domingo yo estaba sentado detrás de una gran mujer en la iglesia. Cuando nos pusimos de pie para cantar himnos, me di cuenta de que su vestido estaba atrapado en la grieta de la banca, por lo que se lo saqué. La mujer se dio la vuelta y me dio un puñetazo directo al ojo".
- "Ya... ¿y por qué tienes también el otro ojo morado?".- Volvió a preguntar el jefe.
- "Bueno, porque me di cuenta de que la mujer NO quería que se lo sacara y volví a meterlo en la grieta".
El hombre dijo:
- "Pues, ayer domingo yo estaba sentado detrás de una gran mujer en la iglesia. Cuando nos pusimos de pie para cantar himnos, me di cuenta de que su vestido estaba atrapado en la grieta de la banca, por lo que se lo saqué. La mujer se dio la vuelta y me dio un puñetazo directo al ojo".
- "Ya... ¿y por qué tienes también el otro ojo morado?".- Volvió a preguntar el jefe.
- "Bueno, porque me di cuenta de que la mujer NO quería que se lo sacara y volví a meterlo en la grieta".
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