miércoles, 28 de diciembre de 2016

Este chiste me lo contó una vez el pobrecito de mi padre, Miguel Marín Caro el 'Chorla' (ganadero y hombre de campo durante toda su vida). Hoy se lo voy a contar a ustedes:

Dicen que había un estudiante que NO quería estudiar. Entonces, el padre --que NO sabía qué hacer con el chiquillo-- le buscó un trabajo en una estancia de vacas. Total, que el primer día de trabajo, el dueño le mandó a ordeñar las vacas; le dio una silla y un cubo y le dijo:
- "¡Toma, ponte allí y ordeña aquella vaca!."

El chiquillo cogió la silla y el cubo y se fue para ordeñar la vaca que le había indicado el capataz... Y al cabo de DOS horas, vuelve to' sucio y empapado en sudor, con el cubo en una mano y la silla rota en la otra.
- "¡Shiquillo, de ónde vieeene??!!. ¿Tanto trabajo cuesta ordeñar una vaca?".- Le preguntó el capataz y le dice el muchacho:
- "¡Qué va!. Ordeñar la vaca fue fácil, lo que me costó trabajo fue sentar a la hija-puta vaca en la silla!!!."

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