Un diputado se sentó en su despacho
del gobierno y por aburrimiento, decidió ver lo que había dentro de
su viejo armario. Registró entre los objetos y se encontró una
lámpara de bronce antigua.
- "Esto quedará muy bien en la repisa de mi chimenea".- Dijo, y se la llevó a su casa.
- "Esto quedará muy bien en la repisa de mi chimenea".- Dijo, y se la llevó a su casa.
Mientras que frotaba la lámpara para
quitarle el polvo y limpiarla, un genio apareció y, como de
costumbre, le concedió tres deseos.
- "Me gustaría tomarme una Coca-Cola helada en este momento."
El genio hizo que apareciera una Coca-Cola y el diputado se la bebió.
- "Ahora que puedo pensar con más claridad, me gustaría estar en una isla rodeado de hermosas mujeres a las que yo les resulte atractivo."
De repente, él se encontró en una isla con hermosas mujeres mirándolo con lujuria.
Él genio le dijo que pidiera su tercer y último deseo.
- "Me gustaría que nunca más tuviera que volver a trabajar."
Al instante, se encontró de nuevo en su despacho del gobierno.
- "Me gustaría tomarme una Coca-Cola helada en este momento."
El genio hizo que apareciera una Coca-Cola y el diputado se la bebió.
- "Ahora que puedo pensar con más claridad, me gustaría estar en una isla rodeado de hermosas mujeres a las que yo les resulte atractivo."
De repente, él se encontró en una isla con hermosas mujeres mirándolo con lujuria.
Él genio le dijo que pidiera su tercer y último deseo.
- "Me gustaría que nunca más tuviera que volver a trabajar."
Al instante, se encontró de nuevo en su despacho del gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario