jueves, 15 de septiembre de 2016

Una anciana había estado yendo al mismo médico durante más de 50 años y durante ese tiempo había convertido su vida en un infierno, quejándose constantemente de una cosa tras otra...

Un día la anciana murió y fue enterrada en el cementerio local. Sin embargo, en menos de un mes el médico también murió y le tocó ser enterrado en el siguiente nicho, al lado de ella. Unos minutos después de ser enterrado y después de que los dolientes se hubiesen marchado, todo estaba en silencio. Entonces, el médico oyó unos golpecitos en el lado de su ataúd:
- "¿Qué pasa ahora, Señora Valentina?".- Preguntó el médico,
y se escucha una vocecita diciendo:
- "¿Me puede dar algo para los gusanos, doctor?."

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